lunes, 17 de enero de 2022

UN POCO MÁS DE ESCENOGRAFIA... TORRE EN RUINAS.

 Muy buenas, compañeros amantes de los 28 mm. Me encuentro sumido en la lenta recuperación del BICHO, que se ha cebado con mi casa esta semana... Ya parece que ha pasado lo peor (toco madera) y hoy ya por fin, después de días de fiebres, he conseguido enfocar la vista lo suficiente para sentarme a escribir unas letras.

De pintar, aún, ni hablamos.

Pero bueno, tenía estas cositas pendientes por ahí, que terminé la semana pasada, y esperaba haberlas subido a lo largo del fin de semana, pero no pudo ser. Más vale tarde que nunca, aquí van un par de muestras de escenografía para tus batallas y juegos de miniaturas de 28 mm.

LA TORRE.

Pues hace años compré en el Proveedor Asiático (el chino, vamos) un paquete de arcilla de modelar Jovi, de esta infantil que seca al aire, esperando usarla en algún proyecto de escenografía. Estuvo acumulando polvo en un cajón, hasta que, creo que en algún momento del 2020, me puse manos a la obra y modelé una pequeña torre en ruinas. Que pasó entonces a acumular polvo encima de una estantería. Creo que fue durante el 2021, que comencé a pintarla, aplicando capas de imprimación. Que siguieron acumulando polvo. La semana pasada, por fin, le metí algo de color. Por lo que ahora tendrá el honor de acumular polvo en la vitrina de los objetos acabados, y recibir plumero una o dos veces al año.

La base la hice con cartón ondulado, dos capas, con la ondulación del cartón perpendicular en cada una de las capas. La forré con trocitos de papel higíenico o de cocina, empapado en cola aguada, para dar algo de textura. Luego se le da una capa de cola aguada también por el otro lado, intentando evitar que se combara mucho... sin éxito. Conforme iba construyendo la torre, más se combaba el cartón... pero bueno. Es lo que hay.


Luego empecé a hacer churros con la arcilla, y los ponía en semicírculo para simular cada fila de la torre, y con un punzón, marcaba los ladrillos. A partir de la tercera o la cuarta fila, la cosa estaba inestable, creo recordar que tuve que hacerla en dos o tres veces, dejando la arcilla secar, y guardando el resto en la nevera. 

Mientras, con unos palitos y tiras de cartón, iba haciendo los restos del suelo de la primera planta.

Cuando hube alcanzado la altura necesaria, y me quedaba sin arcilla, usé el resto para modelar una burda escalera de piedra. Lo que sobraba, pues como pedruscos los dejé.

Coloqué un trozo de suelo en la torre, para dar un poco de tres dimensiones de juego al edificio y poder situar miniaturas en altura, y el resto lo dejé suelto, que se puede usar como parapeto o terreno difícil o lo que se ocurra.

El pintado, rápido y sencillo (una vez empecé, claro). Una imprimación negra a la piedra y luego dos o tres pinceles secos de gris cada vez más claro. La madera con marrón claro y lavado de tinta marrón oscuro. Las vetas las pinté con un rotulador. Al suelo, capa verde y pegotones de verde de otro tono, para dar un poco de variedad y que no fuera plano.

 


Bueno, mis habilidades de modelado no han mejorado mucho desde que hacía castillos en la arena de la playa de Guardamar del Segura, lo que tenía en mente era algo más "elaborado" pero como pasatiempo, estuvo bien. La arcilla y los materiales utilizados no son caros y siempre tengo pinturas baratillas tipo témpera y similares para estas cosas.

Una foto, para acabar, con unas miniaturas para apreciar la escala.

Ale, a hacer cosas.



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